Adoptar los hipopresivos no es solo entrenar, es aprender a respirar de otra manera, tomar conciencia de la postura y generar un cambio profundo en la relación con el propio cuerpo. En una época donde lo inmediato parece ganar terreno, esta disciplina nos recuerda la importancia de la prevención y el cuidado desde adentro.
En los últimos años, los ejercicios hipopresivos han pasado de ser una técnica poco conocida en el ámbito de la fisioterapia a convertirse en una práctica cada vez más extendida. Pero ¿qué son realmente?
Los hipopresivos son un conjunto de ejercicios posturales y respiratorios que buscan disminuir la presión intraabdominal, fortaleciendo el suelo pélvico, mejorando la postura y optimizando la función respiratoria. La técnica se basa en la respiración diafragmática y apneas que generan una especie de “succión” interna. Este efecto no solo trabaja la musculatura profunda, sino que también alivia y previene problemas asociados a la presión excesiva en la zona abdominal.
Vivimos en una sociedad marcada por el sendentarismo, el estrés y hábitos posturales poco saludables. Pasamos horas sentados frente a las pantallas, respiramos de manera superficial y muchas veces no prestamos atención a nuestro cuerpo hasta que aparecen dolores o lesiones.



